No es este ciego amor que te profeso
ni es este cariño que te tengo
ni son apuraíno y cotolengo
motivos de mi arrobo y mi embeleso.
Pues nace de la boca que te beso
torrente y avalancha que contengo
en justa de sonetos que mantengo
en pie entre la mesura y el exceso.
Ya dices rubeola, ya pinrel
hangar, ácido bórico, modorro
y mil joyas sin par que aquí me ahorro.
Pues es tu verso cántaro de miel
y hambrienta nos dejares si lo encierras
del místico tirano en persas tierras.
Thursday, April 26, 2007
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